Inconsolable valle que afronta el tiempo difícil de la permanencia,
Agudo campo donde nace un moribundo lecho de hastío
E incita al pulcro lecho de la ventura a merendar la noche exquisita
!Cielos incitantes, suelos, corazón de nube!
!Qué manera de belleza, qué ausencia tan dolida!
Acá el grisáceo malestar se sublima con el ansia de la tierra
Y vuelve, y vuelve y se desencadena, y ríe, y vuelve a ser trinchera.
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