Atención:
Un perro ha puesto sus ojos en mí. Extrañado me mira como queriendo descifrarme un mundo de ideas.
Es verdad; en estas vacaciones la vida no me ha sido fiel; he estado sin apoyo de ella. Llevo seis millones de segundos andando en la Tierra Ajena. Habré de retornar a mi ciudad en uno o dos días.
Hace frío y cierro las ventanas del baño mientras me ducho, pues no gusto sentirlo.
Aquí no hay muchos tipos de momentos: o reina un silencio de muerte o puebla un exagerado ruido.
Mis tíos han alquilado otra casa más; la otra, se fue a la basura. Gustaba más de la que tenían antes; contaba en su frente con un amplio campo donde los ojos se entretenían al mirar las bolas de golf viajar por la atmósfera. Seguido iba a tomar fotografías al lago o al tronco en partes despedazado. ¡Ya no!
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