lunes, diciembre 29, 2014

Demián Reyes: el arte como arma.

Por Pablo Aldaco / Dossier Politico
Dia de publicación: 2014-12-16
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Demián Reyes tiene 18 años y ya es un artista completo: músico, compositor y escritor. Es estudiante de composición en la Escuela Superior de Música del INBA y de historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es uno de los tres jóvenes acusados de “actos vandálicos” por las manifestaciones del 01 de diciembre en la ciudad de México. Salió libre bajo fianza, pero la batalla no ha terminado. Las trabas legaloides de una jurisprudencia podrida aún lo tienen en la mira, con la amenaza de dictarle auto de formal prisión en cualquier momento en que así les apetezca a los buitres del poder. Un juez desestimó los delitos de ataques a la paz pública y ultrajes a la autoridad, pero mantuvo el de portación de objetos aptos para agredir.
Aquella noche se encontraba tomando fotografías de la Megamarcha frente al Senado, documentando, ente otros abusos, los toletazos de los policías que a una indefensa mujer le abrieron la cabeza. Acto seguido, a Demián lo agarraron “los guardianes del orden” En sus propias palabras, con un fino dejo de ironía, dice: “Llevaba dos poderosas armas: un hato de libros y una partitura en mi mochila”. Tal parece que la máxima que afirma que un pueblo informado es peligroso para los poderosos, está más vigente que nunca. 
En México, las cámaras ya son un arma. Pero un arma, si así se le puede llamar, blanca, pues no tira balas sino que recoge información, que luego será difundida en las redes sociales. Éstas, desde su surgimiento, han ido poniendo en jaque y en aprietos a todos los gobiernos del mundo. ¿Quién sabe, por cierto, en qué condiciones legales y de salud se encontraría Sandino Bucio de no ser por la filmación in fraganti de su detención arbitraria que alcanzó a pescar un ciudadano de a pie?
A Demián, en menos de una semana, durante la cual lo mantuvieron, por períodos, encadenado de pies y manos como al peor de los delincuentes, le dieron libertad condicional. Para Fernando, su padre, el tiempo, las horas, lo congelaron por la incertidumbre, la rabia y la impotencia al no saber qué iba a proceder con su hijo. Aquellos días de espera le fueron eternos a ese hombre íntegro, de buen corazón, escritor, poeta y docente, amigo nuestro.
Quién iba a pensar que los jóvenes, en esta época en que varios críticos afirman que existe una “brecha generacional”, de “juventud apática”, en comparación con décadas anteriores, iban a ser los protagonistas de un nuevo despertar que el México profundo, como un volcán a punto de erupción, ya exigía a gritos, al borde de la asfixia, desde hace bastantes años.
Pero todo llega en el momento oportuno. El caso Ayotzinapa fue la punta de lanza para que los jóvenes, en solidaridad con los estudiantes desaparecidos, salieran a las calles a exigir justicia y respeto al Estado de derecho, cuya existencia es cada vez más lejana.
Creo que la semilla de una revolución de las conciencias en este país ya está dando sus primeros frutos. Aunque la batalla será bastante larga.
Casos como el de Demián Reyes, lejos de amedrentarnos, deben ser un estímulo, porque al final tiene que triunfar el sentido de la justicia, aun a pesar de quienes se oponen a ella: los que dicen defenderla. 

viernes, diciembre 12, 2014

Virgen de Guadalupe

El México surrealista que Dalí describió muy bien, alza cohetes por las fiestas del Guadalupe-Reyes. Música y estruendo. Ahora mismo los escucho.
Ayotzinapa y la fiesta se entremezclan. El dolor de la muerte y la esperanza de un grito con sentimientos encontrados, se funden con los colores de la verbena, que tendrá su término hasta el seis de enero del año que viene.