jueves, noviembre 16, 2006

16-11-06

!Qué duro es mirar desde el balcón más despreciado! Me arrepiento de haber encausado la existencia de mis raíces obscuras. Soy cielo compañero de dulzura. Revivo ciclos funestos. Otorgo al mal su peor riqueza. No ha habido viento que ahuyentado haya, si no es el que siempre ha regresado.

Supongamos

Supongamos que el alba renuncia a su labor. Supongamos que su contrario usurpa el vacío. Supongamos que renuncian tus latidos.

Jugadas

1

Resulta ser que la semana marcha como muchas otras. Una pizca de humor negro ante la oleada de malos sentimientos no vendría mal al paladar del que escribe. Combatir con ojos y miras a un relieve de hormigas infecciosas no debiese ser mi deber, sino mi burla.

2

Se salió al Béisbol con Ale. Ganó nuestro adversario Guasave, el sotanero en la liga en estos momentos. !Nos embriagamos de nosotros mismos! Los quinielistas estuvieron aguerridos en su lucha por la plata y los matraqueros no dejaron de cesar sus voces ambientadas en un ruido de carrilla sonorense. Esta noche, la decisión del fuego.

viernes, noviembre 10, 2006

Cuatro líneas

1

Faltó contar más de lo acontecido contado brevemente en el texto anterior, pero llega un tiempo en que sobra la anécdota y falta la voluminosidad del tiempo posterior.

2

Toda la semana ha sido de acudir a las aulas. Para mí éstas suelen ser foco de infección. Curarlo, sólo esquivándolo.

3

Hay veces, raro es, que es más lúcido el pasado, cuando por el tiempo postergado y sin ningún aviso, aparece más desnudo y fuerte que el de antaño.

4

Y, como suele ser, no voy a extenderme más, pues no puedo: !propongo la brevedad!

lunes, noviembre 06, 2006

Un no poema, un simple decir, una vertiente de sinceridad

Para Alejandra





Ahora que estoy contigo, lo puedo decir, las cosas se han acomodado. Aún reverbera , la dual añoranza, hace tarde, hace cuando huiste, hace el tiempo, justo el tiempo, donde mismo, rincón azul y noble.





Soy el tiempo que permanece en tus pasos. Soy la furia que redime el llanto. Aquí, ahora, en la cúspide del ser enamorado.




Sujetos al tiempo impertinente, cada ojeo al compás de las horas, y volviendo a ellas, que no las muero: !permanece cualquier indicio de avivivar de nuevo lo vivido! Queda claro entonces el paisaje, la maniobra de las almas, lo que se esparce cuando dos manos juguetean con el aire. Ahí parecen detenerse los actos de nuestros pasados tiempos; ahí, justo ahí, donde vivió lo que siempre ha vivido. Agiganto recuerdos.

El placer de adorarte no es más que éxtasis ni menos que todo. Es la realidad que el ritmo de un corazón joven marca. Y joven es el mundo, si viejo el universo.



Juan Pablo