lunes, noviembre 06, 2006

Un no poema, un simple decir, una vertiente de sinceridad

Para Alejandra





Ahora que estoy contigo, lo puedo decir, las cosas se han acomodado. Aún reverbera , la dual añoranza, hace tarde, hace cuando huiste, hace el tiempo, justo el tiempo, donde mismo, rincón azul y noble.





Soy el tiempo que permanece en tus pasos. Soy la furia que redime el llanto. Aquí, ahora, en la cúspide del ser enamorado.




Sujetos al tiempo impertinente, cada ojeo al compás de las horas, y volviendo a ellas, que no las muero: !permanece cualquier indicio de avivivar de nuevo lo vivido! Queda claro entonces el paisaje, la maniobra de las almas, lo que se esparce cuando dos manos juguetean con el aire. Ahí parecen detenerse los actos de nuestros pasados tiempos; ahí, justo ahí, donde vivió lo que siempre ha vivido. Agiganto recuerdos.

El placer de adorarte no es más que éxtasis ni menos que todo. Es la realidad que el ritmo de un corazón joven marca. Y joven es el mundo, si viejo el universo.



Juan Pablo

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