viernes, agosto 15, 2008

Emprendida

Es viernes. Apenas empieza el día. La noche cedió turno. Estoy en mi cuarto, nostálgico, narrando lo escrito hace siempre. Narro simplezas, sin cavar sobre mi rastro.

De pronto una rima injustificada y accidental se interpone en el camino de uno de mis oficios: voluntad o voluntad.

Quiero recorrer el hemisferio que conozco,
trasladar las ruinas conocidas,
reclamar al mundo sus escalas,
hundir mi sangre en la piel del fuego

Quiero disfrutar la dulce estancia de la vida,
renunciar al nicho envilecido,
promulgar misterios y condenas,
carcajear sin ver reír desdichas.

No hay comentarios: