Papá: ayer por la tarde, cuando casi irrumpía la lluvia, compré un librero de madera. Papá: yo sé que seguro estás aquí, tan cerca entre los libros que, de par en par, ordeno con calma. La estela de tu memoria, inmortal, ilumina cada página de luz infinita
1 comentario:
Magnífico Pablo, un lujo contar con tus letras.
Un abrazo.
Marváz
Publicar un comentario