jueves, febrero 03, 2011

Siesta

Siempre han sido ricas las siestas cuando la tarde reposa con el sol templado y un árbol deja ver sombras en los muros de la habitación. La hierba fina del campo vive en la memoria. El bosque puebla la imaginación. Los pájaros no están lejos cuando la elocuencia de un solitario deja filtrar en el silencio su canto. Duerme la llama del ensueño. El soñador respira su deseo.

No hay comentarios: