jueves, abril 05, 2018

El susto ya pasó

Después de dos meses y cachito de haber estado internado en un hospital, la soledad y estos días de tardes de lluvia crepuscular, no sientan nada mal. Al contrario: me dan salud, me reconfortan, me hacen conocerme más a mí mismo. Me hacen escribir poesía, canciones, ensayar nuevos arreglos, nuevas ideas, difundir mi música. Esto es vivir la vida y no me voy a dar el lujo de deprimirme.
Mi departamento es pequeño, pero muy acogedor; en una muy bonita zona de la ciudad. Es también casa para el artista, el poeta y el loco.
Estoy en franca recuperación.

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