lunes, julio 27, 2020

Cada ola se rompía en la arena con tu nombre. Era tu vida que luchaba y cantaba. Cada ola se apagaba contigo y volvía a crecer. A florecer y a morir. Cada movimiento entre la tierra y el mar eras tú, Lenka, interminablemente agitada por el viento del mundo. Eras tú, querida errante, que vivías y morías siempre cerca y siempre lejos.

-Pablo Neruda.

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