Se asusta la gente ya de mí,
Ronda la sal y la desdicha,
Pero el destino es pura mierda
Y el esmalte curandera
Es la creencia, la locura inexacta
Que se despierta cuando el miedo va a la marcha
¡Se van las marchas!
¡Se va la fama!
Pero nunca llega el fulgor de las miradas
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