viernes, diciembre 21, 2007

Tráfico

Méndigo movimiento de vehículos. Histéricos todos y todas. Bajo el mando del instinto mayor, el más indetenible. Es, como digo y a mi parecer, la sensación del término de un ciclo. Ningún motor ha frenado. Veremos dónde desemboca su rugido.

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