martes, marzo 31, 2009

Para encarnarte
Nombro de par en par tus pechos
Y ya no me restan pares que enumerar
Es el último invierno triste,
Cuando me pides que encarne al diablo

Nos distraemos, yéndose el aire
Hasta el último beso de noche;
Tu escote, amigo del suelo, sonríe,
Cuando de pronto la lluvia arrecia el viento

La luz decide por sí sola apagarse
El canto es el clima de dos cuerpos,
Cuanto te hacen vibrar las maravillas
De mi tacto endemoniado

Abres la boca para besarme
Con tu piel de primavera exótica ,
Mientras la luz escasa decide por un momento apagar,
Los últimos tintes que quedan del brillo.

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