lunes, abril 13, 2009

Libres sin descanso

No es la pretensión de derrocar al gran monstruo de la historia, mucho más sólido que Dios, quien solo y noble dio las pautas. Tampoco es condenar nuestras influencias, pues sería ingenuo negarlas. No es tachar sólo porque a uno no le gusten las obras indeseadas con soberbia. Es dejarse llevar por el viento y viajar como las aguas, condenarse a vivir con la sonrisa amplia. Es vivir y morir a diario, deslizarse, trepar los muros del aire, mirar los rascacielos que nos hablan de la altura, del suelo, y después… después soñar con todo aquello, hacerlo paisaje, eternizarlo.

2 comentarios:

Éric Marváz dijo...

Las alas son algo que se obtienen en sueños, normalmente las tuyas siempre resplandecen. No dejes de volar, un abrazo.

Marváz.

Xabo Martínez dijo...

"hacerlo paisaje" eh ahi la mision del poeta...

saludos y un gusto que huyas del camino facil que impone a veces la escritura y tengas el valor de cuestionar el quehacer poetico...