Libres sin descanso
No es la pretensión de derrocar al gran monstruo de la historia, mucho más sólido que Dios, quien solo y noble dio las pautas. Tampoco es condenar nuestras influencias, pues sería ingenuo negarlas. No es tachar sólo porque a uno no le gusten las obras indeseadas con soberbia. Es dejarse llevar por el viento y viajar como las aguas, condenarse a vivir con la sonrisa amplia. Es vivir y morir a diario, deslizarse, trepar los muros del aire, mirar los rascacielos que nos hablan de la altura, del suelo, y después… después soñar con todo aquello, hacerlo paisaje, eternizarlo.
No es la pretensión de derrocar al gran monstruo de la historia, mucho más sólido que Dios, quien solo y noble dio las pautas. Tampoco es condenar nuestras influencias, pues sería ingenuo negarlas. No es tachar sólo porque a uno no le gusten las obras indeseadas con soberbia. Es dejarse llevar por el viento y viajar como las aguas, condenarse a vivir con la sonrisa amplia. Es vivir y morir a diario, deslizarse, trepar los muros del aire, mirar los rascacielos que nos hablan de la altura, del suelo, y después… después soñar con todo aquello, hacerlo paisaje, eternizarlo.
2 comentarios:
Las alas son algo que se obtienen en sueños, normalmente las tuyas siempre resplandecen. No dejes de volar, un abrazo.
Marváz.
"hacerlo paisaje" eh ahi la mision del poeta...
saludos y un gusto que huyas del camino facil que impone a veces la escritura y tengas el valor de cuestionar el quehacer poetico...
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