domingo, agosto 01, 2010

Fama

La fama, puta de mil cabezas, nido presente de falsa moral que, si acaso válida, es poco fuerte o más bien débil.

Alma de lo efímero, suele tomar por rehén al ídolo que cae en llamas de las cuales se arrepiente.

Nace de la conciencia del artista honesto, la fuerza que emana su verdadera trascendencia.

Que los sueños no persigan la luz de las puertas de oropel y falsedad; que si el público viene siendo poco, baste con ese poco.

Y si la fama viene siendo, en el mejor de los casos, producto del Arte, que no tome por sorpresa a quien toque la puerta.

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