miércoles, enero 14, 2015

Plática con un taxista de Uruguay

Enero 2015, Montevideo

En camino a la terminal de Tres Cruces, donde se compra el pasaje del barco que tomaré mañana de regreso a Buenos Aires, platiqué con un taxista. Me preguntó que si de dónde era. De México, le dije. Pa! De México!
Mira, acá tenemos a un gigante, nuestro presidente. La casa donde vive es más humilde que la de muchos pobres que viven en esta misma ciudad. Sin embargo, la gente que lo rodea es la del problema. ¿La su Gabinete? ¿Ah, sí?, le pregunté. !Pa!, gritó.
Bueno, respecto a tu país, te voy a decir una cosa buena y una cosa mala, me lo dijo con ánimo de reto. Bueno, dale, che!, le contesté
La mala: que tienen una televisora de mierda. No pueden estar manipulando de esa forma a la gente. No pueden seguir manipulando así a la gente.
Aunque el taxista puso en un pedestal a Cantinflas y a Agustín Lara.
"Cantinflas decía la verdad".
La buena: que la Revolución Mexicana y la Revolución Uruguaya son las únicas, al menos en América, que comenzaron en una ciudad y después siguieron en el campo y eso nos hermana.

No hay comentarios: