Caborca, Guadalajara.

Parto mañana por la mañana a Guadalajara, Jalisco. Allá, mi amigo Gibrán me recibirá por eso de las 11:00 horas en el agriopuerto de dicha ciudad. Voy a negocios y a intereses -aunque me oiga muy mercadotecnicómano-.

Llegué el domingo de Caborca desveladísimo, pero contento. Fue un festival, francamente, de beber cerveza y tocar música junto a otras bandas que acudieron de Tijuana, Mexicali, Hermosillo y Caborca. !Con decir que me dormí hasta las 7:00 am del domingo y que el domingo de regreso a Hermosillo todos, casi todos, en el autobús, traíamos nuestro six, oyendo música electrónica y rock. En fin: juerga, música y juerga. No me arrepiento. Yo he de hacer y rehacer mi moral, no un convencionalismo inoportuno.

Nota: dejo a sus ojos de obsequio una fotografía del evento que en líneas anteriores he comentado donde claramente puede apreciarse una tanga que cuelga del sostenedor del micrófono. Unas espectadoras me la aventaron al escenario mientras tocaba con el grupo Sona.

!Mando besos a los de labios carnosos, mando blasfemias a quien blasfeme blasfemias! Desde Guadalajara, habré de repotarme: !Ciao por el momento!