miércoles, diciembre 20, 2006

Gajes decembrinos

Por despejarme un tiempo de esta ciudad; por ir al puerto un tiempo con la familia y el mar; por aquello o cualquier otra cosa; por simple afán de restregar en su cara que estas letras son para ustedes mismos y para la cura de un servidor... les aviso que estoy de vuelta, al ruedo de vuelta, tras solamente seis días de haberme apartado. Total, siempre se está de vuelta, rememorando, evocando, dando vistazos a una dimensión curiosa y anhelante como la sensación de no ver lo que siempre va contigo. La necesidad de autosurgirnos, la necesidad de destellar nuestras propias luces, la necesidad de abandonarnos y después la de arroparnos, ésa, ¿es ésa la que palpas?

!¿Quieres extrañar a Alecita?! Quiero extrañarla quiera o no quiera, ya que extrañarla es una forma, bien, de amarla. Por aquello de no darle tiempo al tiempo de que se ocupe de que Pablito Narciso extrañe a Alecita, éste se estará en sus viajes menos tiempo que el que se estuviera sin tenerla, por aquello de no sentir lo horripilante que es sentir que se extraña en una dosis no conveniente.

Tenerla es alcanzar el grado máximo, la estatura inalienable de una hendida estatua, fija, firme; tenerla es elevarte, conocerte, ser carne doblemente.

Y teniéndote es tenerte siempre.

2 comentarios:

AR dijo...

Te añoro, mas respiro vida con cada remota palabra que me aproxima a ti y cada acorde que palparte me hace en éxtasis.

Besos.

nacho dijo...

JP: dondequiera que estés, mis mejores deseos para tí y tu familia. Buena comida y mejor vino. Y la música, la música siempre ahí.
Un abrazo... nm