Todo sueño es un misterio
Ayer soñé que conocí a Maradona y aún no sé por qué. No soy aficionado al futbol. Lo encontré acá en la Ciudad de México, tomando el aire sentado como en una silla de playa, en plena área de tránsito. Era de noche, le pedí un autógrafo y me fui, no sin antes soltar pocas palabras
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