domingo, abril 18, 2010

Viaje


Sabias montañas del paisaje, pájaros de madrugada; cantores del amanecer, ruidos de la noche sola. Bajo el cielo todo pasa, y el silencio existe. Hay arena en mis manos y cielo. En lo infinito estás tú, como un éxtasis. ¿Qué fuera yo sin ti? Quizá una pesadilla o un martirio. No elegí nacer: nazco cada día. El camino de mis pasos te besa

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