martes, abril 03, 2012

Aventuras
Con mis converse rotos, viajo sobre un asfalto roído por los años.
La Ciudad es una pirámide de humo, donde la contaminación, el ruido y la fiesta de todos los días, vacilan con la risa, la tensión, el buen y mal humor.
Oriundo del desierto, acá también el sol penetra en el cuerpo, de vez en vez fuerte o tibio. El caso es que el sol es rey de hasta el malvado. 
Nubes aborregadas, color azul de valle, recorren la piel del cielo.
!Viajo, viajo, camino, exhalo, vivo, muero
despedazo, arrastro, grito, escucho, desespero!
No hace falta contar, mas cuento, que mis ojos son adictos al perfume de mujer altiva que camina, atareada, junto al tremendo murmullo del monstruo de la civilización. 
Gotas de sudor, miradas que excitan, cuerpos borrachos de ardor.

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