Cuando acabe el año
Si con tu lengua tocas mis labios,
y una lámpara pequeña,
ilumina las sábanas de nuestra entrega
Si con mi boca acaricio tu alma,
y la noche arrulla los recuerdos,
no te olvides de la fe ni del cielo
ni de cuando nacimos,
ni de la inocencia,
pero que sigan esos labios,
acariciando nuestras pieles,
para dormir tranquilos,
cuando acabe el año.
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