viernes, marzo 25, 2005

Di.

Para soltar palabras necesito un bocado de imaginaciones, planteamientos y cosechas:

La palabra es de nuestra lengua el despertar. ¡Cuánto hemos de sufrir los mudos estando quietos! Un guiño deberá hablar ante el oyente. ¡”Pon tu cerrada boca, cuando deba que despierte”! Es el gesto el que anuncia las verdades del sentir. La razón detecta las miradas. Es el cielo mudo para hablar, natura y enredadera de mis discursos. Siempre he planteado divagar y en el limbo perdernos cuando vemos aquel astro con halo de Dios que fecunda eternidades. Segmentar la vida. Pronto he de arrepentir de mis caminatas. En donde no deberé caigo: cuán dolientes huecos de la arena. Hiere el fardo de la insensibilidad: un costal en la orilla de mis pesares. Es el peso del mundo y la nada de la nada, el todo de la nada y la nada del todo. La vida calma por vivirse.

1 comentario:

Lilia dijo...

Felicidades, gracias por la dirección, pero te diré pues, que hoy no pude salir.
Imagino a estas horas ya están enfiestados, a tu salud! te mando buenas vibras..
Saludines