El puño de Gómez no es más que mil edificios de materia extrapoblada, tampoco menos que cientonoventainueve. Su peso es de peso y pesa de peso tanto. Cauto sé al paso del viandante que mi boca refiere. Y al murmullo de sus cuestas salga de ti el murmullo del pudor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario