Ven a visitar el dulce fruto
De las dulces frutas;
Propio tanto el paladar
Devorante de venturas.
Podremos respirar respiros
Si has perdido el miedo,
Al espíritu evocar
Mil campanadas.
Tu lengua
Que devora,
Tu lengua
Hambrienta:
Los mejores momentos,
Las mejores pieles,
Cuando las luces se están negras
Y las ansias logradas:
Un amor hecho,
Una eternidad de caricias,
Un quimérico deseo,
Una flor.
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