miércoles, febrero 08, 2006

Mi amante del café

1
Tengo un amante, que cuando atiende su café, sus suyos ven a los míos de cuando en vez. Tengo un amante, que cuando atiende su café, mis míos ven a sus suyos de cuando en vez.

2
Así es, mi amante porta un look a la italiana, sirve Mokas, Frapuccinos, Cafés de todos tipos; tiene una carita de bebé y una voz ronca, en contraposición. Los miércoles y jueves que no va adonde va, mi cara desvanece como las montañas de extinta silueta y contorno. Y mi voz mental duerme diciéndose "Vuelve, vuelve, vuelve", tres veces incesantes.

POSDATA: Y no es ni gordísimo, ni feísimo, ni malescritorísimo, ni borderlineninísimo, ni micropenísimo. (Esta posdata es abominable, mas necesaria de citarse).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que todavía te acuerdas de mí, buenescritorísimo. :')

Pablo Aldaco dijo...

Estimado Iván: ¿Quién no se va a acordar de un récord Guiness en la gordura, y en otras cosas que te daría verguenza las citara? Es inevitable. Pero, yo preferiría que me recordaran por las cosas buenas y no por las pésimas. Saludos.

Anónimo dijo...

Me disculpo por ser gordo -¿gordo?, gordísimo-: me siento bastante apenado.

Melodramático dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Melodramático dijo...

A Iván se le está quitando lo gordo, me consta. Pero ser buen escritor, el contar con el don -con el que, claro, sí cuenta Iván-, es algo que no se gana ni con parientes influyentes -ah, ya no lo son, por cierto- ni con dietas.