domingo, mayo 25, 2008

El lugar de la congruencia

I

Hablo de ti. No queda otro medio. Tienes una lengua envidiable. México está lejos de ti, y yo ahora, ¿qué?

Si abandono de un solo tajo estos rumbos y dejo solitarios a quienes engañan, no es tu culpa; sin embargo, no puedo presumir.

II

Álvaro personifica hasta el aire y el profesor le corrige. !Mañosas formas de ver el mundo, imbécil!, alega.

Estamos atados. El guión no está escrito. ¿Quieres seguir siendo un títere?

III

Te amo. No podía faltar. Esta carta roba tus silencios. No me digas, que esto no es obra ni traba: obras de espíritu, debiésemos crear.

IV

Algo está creciendo y no sé qué es. Probablemente la cura.

Se muere el vicio. Nace la congruencia. Congruencia que jamás he visto.

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