jueves, abril 30, 2015













Ayer tuve la fortuna de conocer a Joaquín Sabina. No olvidar que el año pasado representé a México como finalista en un concurso de interpretaciones, muy a mi estilo, de las canciones del genio de Úbeda.

TIEMPO ATRÁS
Rara vez gusto de tocar covers, pero tratándose de mi "ídolo", por así decirlo, de mi maestro, (aunque no de pizarrón) y, al enterarme de la convocatoria, no lo dudé dos veces y mandé dos videos. Después una noche, a punto de dormir, con un plácido cansancio, me entero de la gran sorpresa: "Felicidades, has sido elegido como uno de los seis finalistas para participar en el I Concurso Peor Para el Sol". Me quedé en shock y se me salieron las lágrimas. Le hablé a mi mamá por teléfono. Eran las cuatro de la madrugada, se encabronó, pero en cuanto le dije, ya no pudo dormir. La verdad no me lo esperaba. Las experiencias más sublimes se dan cuando uno no lo espera y cuando uno está tranquilo. De inmediato en la prensa se dio a conocer que hacia allá iba, a representar a México. Que aquí estaba, que no me había ido, mucho menos rendido, como algunos "enemigos" quisieran; que iba a dar la batalla con entusiasmo y que estaba más que feliz por la entonces futura experiencia.
Entonces empaqué, tomé avión y crucé el charco. Conocí Úbeda, Bilbao y Madrid, donde planeo en el futuro, si Dios quiere, tener un departamento. Madrid, !Madrid! me contagió de una energía tremenda. Conquistarla es difícil. Y les voy a ser sincero, amigos: aún existe un poco o algo de discriminación a los mexicanos y a los latinoamericanos, por razones que ya deben disolverse. Sin embargo me hice de bastantes amigos, bailé, canté. Escribía e iba todos los días al Restaurante/Taberna La Vera, muy cerca de la emblemática estación de Atocha. Pero sé que con el tiempo puedo hacerlo, puesto que soy un ciudadano del mundo y estoy guapo.
Hoy comenzaré a redactar una crónica de lo sucedido ayer por la tarde para el periódico en el que colaboro, Dossier Político. Una buena charla con Joaquín, buenas y amenas respuestas
Así que ayer fue sólo la primera vez en que tuve una charla con uno de los más grandes de la música en español, sin ninguna duda.

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