Hollywood.

Acabamos de llegar del cine. Vimos “La intérprete” con Nicole Kidman y otro actor -no sé su nombre-. La película: Hollywoodezca. Eso significa no fue algo nuevo para mis ojos: mi infancia nunca escapó de sus redes (Hollywood); inclusive hasta llegó a convencerme su manzana ¿venenosa?. Bueno, son justificables los daños por la edad y la verde experiencia tenidas para ese “entonces”. Y si nos vamos a realidades prácticas de la vida: en cualquier tiempo, circunstancia y edad, todo suceso “tiene su justificación”. Claro entiéndase que la justificación no implica una veracidad gratuita, sino una existencia vacía -muchas veces- que nos sirve de reclinatorio para salir de nuestras deudas con el prójimo. Es decir, un objeto, un pelele al cual vestimos cuando nos lata.

Se siguen rescatando las imágenes ya clásicas en este tipo de cintas como la de los tiroteos en las grandes ciudades de Estados Unidos, los vandalismos y persecuciones que implican, las cuentas bancarias millonarias, los villanos -siempre tienen que ser ellos de tez negra, por supuesto que los “buenos” son los blancos- convencidos mucho de su talento para malhacer. Siempre es el mismo cuento. Lo cierto es que aprecio en gran medida el ingenio de los directores, la versatilidad con la que manejan semejantes proyectos que debido a sus temáticas, están obligados a tener involucradas masas completas de gente, cantidad innumerable de empleados, dobles, actores. Claro está que ésta es una inmensa ambición. Y como por lo general la ambición se guarda razones no muy bien vituperadas por el gusto general -el del “sentido común”, quien juzga, el bombardeador-: ¿cuál será la semejante de esta empresa? De cualquier manera en este tipo de imperios -chiquitos- se debe tener un talento especial para ser director de una cinta. Fox por ejemplo no puede serlo.

Una película plenamente “Hollywood” -entiéndase el significado coloquial de este calificativo- no convence nada a los grandes críticos del cine artístico, el real, el que expresa el arte validado, el arte espiritual... porque no acomoda en ese campo. Y estos críticos tienen importancia, hago mención de ellos puesto que sus pensamientos están enfocados religiosa y duramente en aspectos que muchos otros no se fijan. El cine Hollywood, en general, está dedicado a drogarnos de las sobras de los basureros. Muchos no se enteran de esto debido a una cuestión lógica de siempre: hay poca difusión de las “cosas buenas” -aplíquese a todo- de la vida en el mundo. Excelentes actores y todo, pero... ¿la intensidad escénica dónde queda?, ¿el aire del arte natural bajo qué aire duerme?, ¿dónde reposa aquel rescate de las musas redentoras?