sábado, mayo 14, 2005

La sed del cielo y el cielo dependiente de la sed del ser.

Conozco grande la sed de los que quisieron plantear eternidades ocultas en hojas donde no cabían letras; ideas de las maneras más agrias, vueltas ruedos del trompo que nunca detuvo; armaduras hechas de hierro por generaciones enteras de termine inacabable, que sólo han sido de pulirse con manos humanas jamás terminales, evolutivas por siempre; pero al final, hambres todo esta nutrición de ideas, pero del que pide a gritos la llamada de su conocimiento a secas y no la mediocridad de las pausas misteriosas!

¡Qué ha sucedido con la historia y las capas del rebelde vetado!

¡Peros y puntos sin acabe en lo blanco donde ostento letras vanas como anécdotas de jacte!

¡Será cómo descifrarla en corto, majestuosas ninfas vigilantes de la hora en que acaba de plantearse la riña escrupulosa, recaída en el tedio de mi plantear en ecos; a la vez sabio de su vida y de sus conflictos saber, es por eso que les hablo, es por eso que les tacto; es por eso es que les pido fieles respuestas de saberse, las que sabré no habrá en jamás ni estarán en nuevas mentes por su codo diablo anímico de su soporte en muerto dado!

¡Diablos malditos! ¡Han bloqueado la respuesta, el muro de la piedra! ¡Haberse venido a-bajo-boca y así destruirse en granos!

¡Imaginaciones hablan en el transcurrir que nunca ha visto el conformista!

¡Si me imagino perdido y arriesgo mi alma al dedo que señala!

¡Disculpen, preferí el oro vuelto un enfado y la tierra vuelta lava pisada por dos pies! ¡Mis preferencias tan de arruine! ¡Preferí la dolorida causa del muerto sin nada más al entierro sonriente de hipócritas sonrisas, a los velos que dieron lástima cuando existían por allá las cumbres y las cavas de a tres profundas!

Me inclino en la sabiduría que sobrepasa el canto colectivo.

¡Caemos, solemos derribar el suelo con el peso de la mente! ¡Caemos, solemos levitar a la vez de haber caído muertos! ¡Volcamos la sed del diablo, su vivencia flagelamos, su puente a la visita de su cumbre, cuando patullamos enteros el suelo retumbándolo acabados!

Qué hemos dicho. Quizá robé talentos. Qué he dicho. Quizá vuelva a mi reino.

Quizá quiso. Quizá quise.

Quizá quise devorar el mundo.
Posted by Hello

2 comentarios:

nacho dijo...

Que onda Juan Pablo... estoy recuperando mis Links pues se me extraviaron luego de que mi PC se infartó y tuvo que ir al CIMA. Ahora estare de nuevo visitándote.
Nos vemos en el espejo.

Pablo Aldaco dijo...

Venga, Nacho. Yo también le sigo en su blog.