jueves, mayo 26, 2005

Recorrido.

Transcurre el tiempo del reclamo. Haydeé reclama las maneras del trabajo colectivo, pero está presente la dicha a pesar de los malos reflejos.

Adriana –es ahora su turno-, la más vituperada, la más dañada de las musas, se sabe en victoria. Valentía ha tenido al perecer los amargos tratos. Los demás la niegan y para su mente no fue fácil dominar la inconformidad numerosa de sus rededores. Siempre el enjambre que se opone será un ejército de guerra bombardeador de transparencias, Adriana.

Está por concluir la entrevista que se nos hace. También este texto. Lorena mientras el término finge cordura soltando de su lengua algunas sílabas. Después será el turno del inmenso dictador, aquél, el de los elocuentes discursos. La batuta, al mando de quien emprende el Soliloquio Mayor, cursará sin fronteras.

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