lunes, octubre 10, 2005

Mañana.

Cuando amanezca,
nuestros cuerpos anochecerán
en oscuras sendas

Pese al dolor,
nuestros labios no se cansarán,

pues una compañía basta para sanar
las llagas de este mundo corrompido

Una luz,
sombrío pliego del mundo,
tan sólo la imaginación creará
con las coraza de su infalible poderío.


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