lunes, mayo 29, 2006

Carta breve -o simulacro de ella- al Dios de la Verdadera Redención

Distinguido padre de la mierda y de las flores:

Tú que haces todo, tú que cuando mi mala educación percibes sueles convertirme en un sapo o en una víbora o en una liendre, a ti al que todos temen menos Nadie:

De la agonía del presuntuoso, háblame mañana, que hoy quiero ver llamas de noche. No quiero ser un jerarca más de la escatología. No, hoy no, prefiero el placer. No, no quiero ser un jerarca más de la escatología.

Gracias.

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