viernes, mayo 19, 2006

Rebeldía: un fin.

La verdadera rebeldía no es una actitud tonta ni vacua, es una filosofía, un más allá de todo estado reunido, una escala al vacío de la esterilidad presente.

No desaparece la rebeldía del rebelde auténtico. La rebeldía está adjunta al yo que no desmiente. Los distorsionadores del Concepto y la Idea han hecho de la rebeldía un idioma ausente de sus realidades.

Sin más que aportar a sus ojos abiertos, pauso mis dedos y me entrego a la vida.

4 comentarios:

David Temper dijo...

No existe rebeldía si no hay un criterio que la contraste.

En ese sentido, la manera última de anular una expresión es envolverla en niebla: que no encuentre oposición ni apoyo.

Claro está: el diálogo interno no puede detenerse, y si de ese contraste se alimenta la creatividad... ni quien la detenga.

Así se forja un camino que, incluso sin soberbia ni ego, ha de ser cuando mucho emulado por aquellos que creen que el talento del pionero viene del sufrimiento.

Pablo Aldaco dijo...

"La subversión es el tiempo del poeta": Edmundo Lizardi.

David Temper dijo...

creer para ver...

Saludos

nacho dijo...

Juan Pablo: escríbeme a moroico@hotmail.com, anota "Juan Pablo Navarrete" en el rubro de "asunto" y dime tus dudas sobre los blogs o lo que sea...
Saludos.