lunes, mayo 29, 2006

Errores de sintaxis

Diré fue anoche que canté junto a la banda. Ya miramos cerca nuestro próximo evento: el nueve de un mes hermano al que transcurre hoy será. ¿Felices o tristes?, ¿ansiosos del venir estamos? No recuerdo si recordé que habría de escribir lo que ahora escribo: juego inútil de palabras.

Se me ha ocurrido, en uno de esos vaivenes en que la mente te acorrala, la palabra baloncesto: si hubiese tenido a Freud enfrente justo en este momento él ya hubiera psicoanalizado el porqué del fluir de esta palabra que emprende su recorrido con una be grande y lo termina con una letra O: mera especificación innecesaria si el texto que lees ahora es cuerdo. !Mas la cordura sólo habrá de poseerla el Príncipe de las Certezas!

Como ya es sabido por las lenguas sabias y viceverza, agrada al gusto humano todo aquello que sea descarga -por ello la intención de citar sin razonamiento previo la palabra baloncesto, ante un mundo de ojos: es necesario encestar, ganar, lograr que el objeto penetre sus ideas- pues la descarga es y habrá de ser colmo de placer, fuente innegable de éste.

Y para terminar ¿qué más decir?: nada. Dormitaré en esta casa que ha quedado desierta desde hace algunos días -no me hagas forzar los recuerdos, que puedes sacarme el tapón-, desde que Guadalupe se marchó. Pero Guadalupe, !oh bravura del tiempo!, retornará a quebrantar silencios.

1 comentario:

María Rebecca dijo...
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