viernes, octubre 09, 2009

Luto del espíritu
(salvo algunas extraordinarias excepciones)

De noche, el ruido de las sirenas es cosa común.
Si alguien ve a un herido tirado en el asfalto piensa
“Adiós, gracias, sigo mi camino”
“Tengo prisa, soy alguien muy importante”
“Transito con mi automóvil velocísimo”
“Mira cómo digo no a los niños
De la calle muertos de hambre
Cuando pasan con sus charolas
De carbón y ven las mías de plata”
!”Yo soy de La Capital, mano”!
“No sé dónde está el norte”
“No sé dónde está el sur”
“Ahí te ves, luego nos llamamos”
Pocos se estacionan para ayudar al Otro
Lo digo con certeza, lo dicen mis ojos
“No vaya a ser que nos asalten, amor mío”
A escasas cuadras de distancia
Un gerente avaro de algún lujoso restaurante cualquiera
Mira desde lejos el Fatal Accidente
De la calle donde está ubicado el “Gran Negocio”,
Pregunta a sus meseros
“Nosotros estamos a salvo, ¿verdad?”
¿Nosotros no nos raspamos?
“Son ellos los jodidos, ¿no?”
La respuesta de sus pobres empleados
Le obsequia una sonrisa
Sin importarle un bledo el muerto
Que los paramédicos levantan
Mientras fuma un puro
Con aires falsos de grandeza
Y la sangre del muerto va secándose en el suelo
“Los demás no importan” dice el dicho
“Ya está pasado de moda”
“Sentir amor por el desconocido
Es cosa de maniacos”,
Dice el lema de algunos millonarios
El pobre es visto como pobre,
El pobre es visto como grillo
Y así me temo que la mayor parte
De los ricos de este hermoso Valle
Y de todo el mundo
Viven en la miseria
El luto de su espíritu:

Descansen en paz.

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