El arte del sexo
Cuando no hay necesidad de un Prozac,
porque los cuerpos de fuego
inundan los edificios de gritos
por el placer y la dicha de saberse vivos
Pobres de los vecinos
y de la esposa
que ya no le ríe a su marido;
y en cambio al joven
que se topa en la la Planta Baja,
con un jean azul marino,
no disimula cuando le mira... la parte baja.
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