Plática con un taxista
Abordé un taxi en Reforma.
Un taxista bonachón comenzó la clásica plática, propia de quien se la pasa solo todo el día.
-Dónde te bailó?
-No pues en un Centro Comercial
-!Ah! ¿Andabas de shopping?
-No, ojalá!
-Pues a mí me agarró echando gasolina. Ni cuenta me di, hasta que vi que el carro se meneó y !ay cabrón!
-Sí, mire, !la gente ya ni pita por el susto! Se nota tranquila.
-Sí, ya hacía falta, ahorita se antoja estar en la oficina o en casita tomando un té con la familia.
-Hasta los más machitos se fueron a llorar a la banqueta. No hay nada que pueda contra la naturaleza.
-Así es, mi don. Dios lo bendiga. Para servirte.
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