viernes, junio 10, 2005

09 de julio

La soledad transcurre como el mar
Y Ella, reposada,
Mira el mosaico incandescente

La desdicha y la caída,
Símbolo del mar amortajado,
Se presenta ante la vida,
Símbolo del ser y del respiro.

Tuve un rocío
Entre mis manos
Y he bañado los vergeles
Verdes y plateados.

Entonces,
para siempre bello,
Al igual que la naturaleza,
Provengo del lugar más ávido de las luchas
Y contrinco los escudos raudos.

Hoy por lo presente
el horizonte
Aparta lejanías
¡Y mi lengua
Impone sus deseos!

Pero pide niña, ya,
Tu ataúd de querencias
Y añoranzas,
Que llegaré al reino
De tus escapes
Y risas
A persuadir
La miseria
Del accidente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por qué te adelantaste un mes?
... es de junio, ¿que no?

Pablo Aldaco dijo...

Es un poema de julio del año pasado, jeje.