He llegado del encuentro de escritores sonorenses "Bajo el asedio de los signos" que se llevó a cabo en Ciudad Obregón los días viernes 25 y sábado 26. Es bonito por allá; fortuna es que hay menos habitantes que por acá y es así más tolerable la turba. Fui con Élmer Tabanico. Nos la pasamos bien: comimos, bebimos, convivimos. Hubo el viernes carne asada y cerveza de barril. Hubo el sábado nada parecido al viernes: tres mesas de lectura y cascada de adioses. Mientras llega el tiempo de la ajetreada semana, que bien puede decirse comienza hoy, principia mañana puesto que las actividades realmente actividades principian mañana y como vida es acto y acto es vida: el protocolo, las formas, los lugares, el tedio, como dijera Baudelaire, principian mañana.
Repartí por allá algunas copias de mi ópera prima "Las aguas del regreso", poemario de 39 poemas, si no me equivoco, el cual presentaré en la Ciudad de México el 19 de enero del año entrante.
"Besos y porros".
No hay comentarios:
Publicar un comentario