Anécdota breve de la lluvia

!Llovió de nuez, compatriotas! Valdemar y Satán tuvieron que deshacerse de sus calzados para emprender el camino sobre las aguas. Éstas abarrotaron calles negras hoy en ciudad Hermosa, quiero decir Hermosillo. Y porque el de la pluma que nació desierto y en desierto sólo ha de poder decir lo que el vocablo y la estructura ordenen, les diré desde la más profunda de mis vergüenzas, anhelos, que: !Por ausencia de cordura, caminé con el calzado puesto!