sábado, julio 01, 2006

Desierto de decir digo

Ahora me quedé en casa. Ustedes no sé, yo no les veo para el juicio. Desperté tarde, cuando el clarear abandonó cielos. Y sigo hablando (no hace falta decir que es un error decir "y sigo hablando", ya que hablar es escribir y viceversa): convencido estoy de los contrastes de la vida y el viento -viento del que hemos hablado en varias ocasiones- cada vez más drástico en este desierto, cosecha vil de nuestras suertes. Debo decir desierto que me puebla y vitupera virtudes y engrandece defectos. Pero aún así te amo y temo, Desierto, loor de soles: por el malestar que causas, por tu soberbia, por tu embriaguez al de la pluma. !¿Qué más decir?!

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