Distanciándonos un poco de la insistente secuela de fotos que he publicado justamente aquí, en este lugar y tiempo donde escribo; aquí, en este pleonasmo de liturgias y versos -logrados, malogrados, eso sólo yo lo sé-: les aviso que ahora llueve y es común que aquí llueva, que estamos por partir a una obra de teatro de no sé en este momento qué nombre llamada no sé cómo, donde el protagonista esencial es Ari Telch. Y me interesa presenciar al multipelosenpecho Ari. No es crítica, es halago. Actúa genial y sus defectos no me los sé, porque soy, en gran proporción, romántico.
Y les digo que no quiero perderme la Asamblea Informativa III en el Zócalo este próximo 30 de este mes. !Me vale concha que me digan amloista! Ahora resulta que no puedo irle a alguien, !ja! Todo esto, todo este apoyo, todo esta inclinación al de blanco o grisáceo pelo es con el fin remoto de que un pelón conservador, dogmático, homófobo y machista llamado Felipe Fecal no llegue al trono o se muera en el intento.
¿Qué más decirles? Que el desate de espontaneidad no piensa por sí solo. Que sigue lloviendo y que quizá siga lloviendo si quiero que siga. Que, además de que llueve, percibo que la lluvia lo hace. Y que, ciertamente pobre: !muere cuando cae y hiere!
2 comentarios:
Hola juan! ¿cómo estuvo la obra de teatro?.
En cuanto al favoritismo por AMLO, estás en todo tu derecho y expuestas tus razones claras.
Un abrazo hasta el DF.
Hola, Alejandra. Me alegra que tus palabras se escriban. La obra de teatro estuvo simple y sencillamente, como indirectamente lo anticipé, sorprendente. Digo, más que la obra, sorprendentes fueron las actuaciones.
Un gran y cálido beso desde el Defe. Pronto quizá dé más breves o siga con lo usual.
Publicar un comentario