lunes, julio 24, 2006

Lluvia de valle. Fotografía: Ivette Valenzuela.










Hoy se acudió a un lugar íntimo y de cuidado, a un lugar mismamente ayer visitado.

Sonará redundante, pleonásmico, agotador, tormentoso, pero sigue lloviendo. La realidad insiste e insisten sus contrastes. Y si novedad no es que lluvia de valle llueva: redundemos, redundemos en este espacio, hondamente redundemos este espacio. Y cuando deseemos que el pan no sea redundancia, aquélla abandonemos.

!Ay, Pablo, qué afán de tratar de embellecer recursos de fealdad!
!¿Sí y qué, mismo Yo?!
!Sí y nada, tonto Tú!
!Sí y a callar nuestras lenguas, conduzcámonos a los grandes actos!
¿!Qué nos queda expresar, cerebelo de mierda!?
!El lenguaje del tacto!

4 comentarios:

Pina dijo...

¡uy!
¿qué tan "íntimos"?

Saludos públicos, je.

nacho dijo...

Ese JP, el Defectuoso es el lugar ideal para ir de vacaciones pero para vivir ahí, paso...
Por cierto acá en Hillo está a punto de llover...

saludos y salud!!

AR dijo...

El lenguaje inteligente que expresa sutilmente las palabras, mas no perdiendo la esencia de su sentido.

Pablo Aldaco dijo...

Una madre de íntimos.

El Defe es rico en clima y en ciudad.

El lenguaje más sincero, todo lo que el habla no sea.