lunes, abril 18, 2005

Un ideal para cada día del tiempo.

Se puede negar la razón de la mayoría si quien la contradice posee una razón inteligente, nutrida de augurios que apuesten revoluciones futuras en la historia. Así, lograda una trascendencia por tan sólo dos ojos, podrá lograrse un testimonio uniformado con firmeza.
Los ideales extintos por el tiempo sucumben temprano debido a las débiles fuerzas de sus creadores.
¿Será la modernidad una posible ruta a la efímera trascendencia de trabajos artísticos? Hagamos con amor toda porción de materia inspirativa que la mano se ofrezca a crear. Edifiquemos, los que tratamos de afrontar los siglos con nuestro legado, la apertura a la posteridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola... te adoro corazon jeje pero mas a fer...jajajaja ciao