sábado, julio 09, 2005

Vagaciones.

Heme levantado a horas en las que no hube días de antaño. Ojos de niebla oscura. Un día más y la guitarra recarcada en el librero. He pedido una pizza a la Fábula.
Karla ayer llamó dos pares de veces al móvil, mas como no húbelo tenido al momento a la mano su timbre no pude contestarle ninguna de las cuatro; está de visita en la ciudad; me invitó a verle; en cuanto se reporte voy, si ella sigue deseándolo. Se irá mañana a vivir a Tijuana. "Ojalá que le vaya bonito". Ella es de Navojoa y la conocí hace tres años en Álamos.
Luis se cortó el pelo, vive en la Nuevo Hermosillo, quiere que lo invite a La Paz Y México, pero yo le dije que no invitaré a nadie. No me cae ni bien ni mal. Lo que sí es que está algo feo. No es mi amigo, sí mi conocido.
Me veré con Antonio Granados el lunes en Sanborns. Iremos, cafecearemos y engulliremos empaderados. Platicaremos de proyectos musicales-literarios.
Pronto llegará el pizzero, es por eso que he abierto la puerta de este cuarto, pues me encuentro solo y de no habido abiértola, el ruido del frío aparato de refrigeración, puede bloquear los avisos y los toc toc de abajo.

Vagación, vagación, vagación.

!Besos a quienes no quieran mis besos!

2 comentarios:

nacho dijo...

Maese JP, ¿de qué pidió la pizza?

¿Cómo que las chavas no pistean... pos con quien te juntas?

Je, Saludos.

Pablo Aldaco dijo...

Aquel día pedí una piza de chorizo con queso. !Muy buena!

No es que no pisteen las chavas, sino que es más "bien visto" para la high society de Hermosillo, que el macho consiga fuerzas con una Tecate, no una "hembrita", "débil". Entonces, debido a la repercusión del la idea social que se tiene, las mujeres toman menos que los hombres -aún se mueran de las ganas-.